Tras una aparente fachada de sacrificios de animales sin dolor alguno, existe un lado oscuro de la industria (tanto cárnica como de los lácteos y huevos) que se agacha bajo anuncios donde se oculta la realidad y publicidad donde se alaban los beneficios de sus productos.
Sin embargo, existen ciertos aspectos que no aparecerán (casi) nunca en los medios.
Publicidad sin verdad: se oculta la situación de los animales, puesto que si viésemos el sufrimiento y las condiciones en las que se encuentran, pensaríamos mejor si comprar o no sus productos. En sus anuncios, sólo vemos el "producto final" y los beneficios que aportan.
Todo lo que (en verdad) contiene: bajo diferentes aromatizantes, colorantes y especias se agachan tripas y demás desechos en embutidos como el chorizo o el salchichón y debido a todos los químicos que se le añaden, impiden que entren en estado de putrefacción.
Gran cantidad de químicos: a los productos se les añaden una gran serie de productos químicos para que permanezcan rojas y frescas, ocultando el color grisáceo que esta adquiriría como cualquier otro cadáver.
Sustancias tóxicas: los animales que se encuentran en las distintas fábricas están sometidos a una gran cantidad de estrés y son inyectados con una gran cantidad de antibióticos, hormonas y sustancias genéticamente modificadas.
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