Tras leer una cantidad más que suficiente de estudios sobre la relación del cáncer con ciertos tipos de dietas, hemos llegado a unas ideas básicas en esta página.
En los últimos años se ha llegado a un consenso sobre que el consumo de carne roja aumenta el riesgo de cáncer de colon y colorectal, frente al consumo de frutas y verduras, que actúan como protectoras del mismo por su compleja mezcla de fitoquímicos con actividad antioxidante. De hecho, las personas vegetarianas reducen su probabilidad de contraer la enfermedad en un 18 por ciento.
También, y aunque no todos los estudios estén de acuerdo, se dice que el cáncer de mama y el de próstata son incrementados por el consumo de productos animales, en concreto por el consumo abusivo de productos lácteos. Según un estudio del British Journal of Cancer, más mujeres que hombres en Suecia tienen intolerancia a la lactosa y pesentan más riesgo de contraer cáncer que las personas que no consumen lácteos.
Además de todo esto, el periódico online The American Journal of Clinical Nutrition, realizó un total de 32 estudios sobre el incremento del cancer con respecto al consumo de productos diarios (lácteos y huevo) y en todos se acaba diciendo que esto está completamente relacionado con el cáncer de próstata.
En conclusión, lo que nosotras entendemos es que no, los productos animales no son el causante del cáncer por completo, pero sí incrementa las posibilidades de contraer la enfermedad.
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